domingo, 28 de febrero de 2010

Extremoduro, 7:00. Domingo.

Extremoduro a las 7:00 de la mañana de un domingo.
Y toda la noche en vela.
Quiero ver amanecer, la boca me sabe a verano, a veranos largos; tanto que siento un nudo en la garganta.
"Esta noche no puedo dormir" digo.
Tengo ganas de vivir, muchas. De dejar el tiempo de calma y nadar en tempestades.


Quién me iba a decir que extremoduro me haría llorar un domingo tan temprano.
Acabarme un libro me ha dejado la sensación de estar flotando.
Y me siento aislada, romántica y bohemia, como cuando amanecen mañanas frías de un azul pálido sobre los tejados de un barrio antiguo, da igual dónde.
Quiero esa sensación, la echo de menos.
Domingos por la mañana, días fríos y bellos, calles de piedras irregulares.

No he tenido el valor de dormir, pensando en que perdería un tiempo tan hermoso.
Se me eriza la piel, pego la frente al cristal, veo amanecer.

Warrior

No importa tanto el juego como el tablero.
El guerrero abre los postigos de la ventana y se encarama a los desagües de piedra; desde ahí puede contemplar cómo todo el castillo duerme, y cómo duermen las aguas turbias del foso, y cómo duermen los caballos, las estrellas y los cuervos.
El cielo oscuro, extendiendo sus dedos de nubes, le parece, más que nunca, una enorme jaula.
Le pesa la cota de mallas; normalmente no la llevaría después de su turno, pero no había tenido ocasión de pasar por la sala de armas. Tampoco le importaba, sentía, en cierto modo, gratificante aquel peso que le recordaba que fue pastor de lobos y ahora era guerrero de asesinos.
Cuando mataba la euforia de la lucha apenas si podía cubrir en su cerebro el olor de la sangre y el crujido de los huesos al partiste. Pese a todo no echaba de menos ningún lugar en el que hubiese estado, si tenía otros sitios a los que acudir, igual que no añoraba a mujer alguna, si tenía otros senos cálidos en los que hundir el rostro. Aquel castillo no contaban con muchos senos, no obstante había unas cuantas criadas dispuestas a compartir con cualquier caballero o sirviente su lecho a cambio de no ser el objeto de los golpes y amenazas.
Al guerrero no le gustaba el olor a otros hombres en el pelo de las muchachas, pero había descubierto que, cuando se encontraba demasiado sólo, acudían a su mente recuerdos de unos ojos tan oscuros y resentidos que le formaban un extraño nudo en la garganta; y él tenía miedo de morir asfixiado.

viernes, 26 de febrero de 2010

Care(less)fool



Me aferro a su espalda hendiendo las uñas en la carne.
Lo retengo con las piernas para que no se vaya lejos.
No es amor ni miedo, no es pasión o lujuria. Es instinto de supervivencia, y no del reproductivo.
Sólo quiero no morir congelada.
Me da igual la muerte, no temo perder la vida más de lo que temo ganarla.
Pero no quiero congelarme hasta que mi aliento se quiebre.
Muerdo y grito, como si alguien pudiese escuchar mi llamada.

Y cuando pierdo la voz y caigo al suelo, jadeando, siento cómo me duelen las heridas, mis patadas y mordiscos. El corazón, el alma y la polla me duelen, que son uno, allá donde estén, que piensan igual.

El fantasma de la ausencia se retuerce junto a mí. Me mira y sonríe antes de dejarme sola.
Caigo al suelo.
Me duelen las heridas, las patadas y mordiscos. Río como lo hacen mis demonios.
Nada de esto duele más que las palabras.
Nada de esto está más vivo que la voz, la letra.

Cuidado.

jueves, 25 de febrero de 2010

All alone


Quizás sea porque hueles a manzana y frutas del bosque.
O que has sonreído al amanecer.
Quizás sea ese yo que sé que te provoca tantos cambios de humor.

Asientes en silencio.
Por las dudas y derrotas ajenas. Tu vida se ha cansado de que sólo tú puedas portarte mal.
Y ahora es el resto el que susurra aquello de: tarde y mal.
No hay cura para mi enfermedad, menos aún para tu contagio.
Ahora, tu historia se acaba, princesa. Te equivocaste, y sabías que te equivocabas.

Jirones de carne y hueso, de niebla, de tela ensangrentada.
Es romántico y por eso (hoy) no lloras. Pero es cuanto te queda.


O eso creías.

miércoles, 24 de febrero de 2010

2 a.m and she calls me...


- Cuéntame el cuento, por favor.
- No has sido buena, esta noche no.
- ¿Mañana entonces?
- No, te haces mayor. Tienes que aprender a dormir sin cuentos.

El viento sopla y sopla. Embiste y baila hasta asustar. Me recuerda a la danza macabra de un tal Saint Saens. Se avecinan tiempos púrpuras, violáceos y añiles.
Escucho su rugido, me tiembla la fe, me tiembla el sentido (común, concreto, masculino, singular). Nada se agita en mi interior, y la piel se eriza y reposa. He aprendido a no distinguir entre el hielo y el fuego. Y sólo sé que ambos queman.
Podría hacer una canción con cada día de Febrero.
Podría dormir sola el resto de mi vida, y llorar.
El otro día volví a sentir las ganas de llorar, oh, querido diario, sonaba Enya, amanecía y yo perdí un autobús. Y sólo quería apoyar la cara sobre el frío asfalto.
Te falta esa chispa, esa que se oculta entre una mirada y tu sonrisa.
Te falta el resorte que ponga en marcha tu maquinaria de marioneta preciosa y te haga bailar de nuevo, con/como el viento.
Y ni llega la primavera ni te encierra en casa el invierno.
Vas a clases, vuelves, duermes, lees, hablas (lo menos). Hay días que hasta te ríes de verdad.
No es que te falte nada, es que se han roto las cuerdas que movían tus manos hacia el oro, la mirra y el incienso. Ése que huele a luz dorada.

¿Te acuerdas del veneno? Ése que te consumiría poco a poco, lentamente, con dulzura... Ése que juré que te intoxicaría y ataría tu vida a mi condena.
¿Te acuerdas del veneno? Y ahora te das cuenta de que mi advertencia era cierta, y su gélido sabor no era tanta seda como putadas de una.
Dime mientras mueres entre pensamientos y árboles de hojas rojizas, dime si beberías de mi veneno para seguir sufriendo.


Siempre supe que el antídoto era tan malo como la enfermedad.
Y no merece la pena probar la manzana si, sin saberlo, perderás tu paraíso de paz; como el incienso, dorado.

martes, 23 de febrero de 2010

Midnightsea.



Aprendo a nadar.
Contra corriente o dejándome llevar. Cuesta lo mismo.
Huelo la salitre en el aire. Vuelo por el mar.
Aprendo a nadar y junto a mi flotan los cuerpos de millones de estrellas.
Extienden sus dedos. Parpadean. Las aguas titilantes reflejan las olas que dibujan las nubes.
La miel se desborda de la luna, anega mis labios.

Sé que nunca es el mismo mar.
Que nunca son las mismas aguas.
Pero este mar de medianoche se desvanece con la niebla cada mañana.

lunes, 22 de febrero de 2010

Just.


Sólo quiero que todo vuelva a ser como antes...
De cuando "...se lo llevó la tormenta y el tiempo, nada se pudo salvar"

domingo, 21 de febrero de 2010

The first orgasm in the morning.


Llegas a casa de la oficina, con el pelo, el abrigo y los pies mojados. Tras la puerta cerrada del dormitorio sientes el calor, ves la trémula luz filtrándose por el suelo, como un amanecer echándole el pulso a la montaña.Está dormida, porque la oyes respirar pausadamente. Se habrá quedado dormida leyendo.
Piensas en la otra con la que acabas de estar. "La oficina". La has buscado porque echas de menos sentir que conquistas a alguien, que alguien (más) se siente atraído por ti...
Pero viéndola ahora sientes que te sobran todos los besos de todas las mujeres del planeta. Te quitas la ropa húmeda e impregnada de otra. Le das un beso y ella abre los ojos, te sonríe y vuelve a dormir.
Piensas, bajo la ducha, en los días fríos que te quedan de vida, en los que ella se dormirá con un libro entre las manos. En los que "la oficina" te esperará cálida y apasionada, sin pedirte nada ni hacerte sentir culpable. Piensas en tantas cosas que, al salir del baño, con todo su vapor abrazándote por detrás, sólo tienes ganas de saltar por la ventana y caer al abismo...


Cuando ella despertó el gélido viento que se colaba por la ventana abierta le erizó la piel. La luz seguía encendida, y era más fría aún la mitad vacía de la cama.

sábado, 20 de febrero de 2010


¡Qué derroche de sentimientos!
Horas después de declararme autosuficiente, pragmática y madura, echo de menos.
Y creo, pero en el amor.
En esa persona por encima de tu hombro, por debajo de tus pestañas, entre los dedos.

Y me enfado, pero mucho.
Porque todas "esas personas" no están.
Me han dejado sola.
Les echo y se van. Es como para enfadarse.

Y encima dirán que no me entienden. Que si no sé lo que quiero o no valoro cuanto tengo.
Que mis cambios de personalidad les abruman, que no se pueden amar los antítesis.
Y mira la fresa con chocolate, y piña.
Caramelos y lágrimas.
Besos y lluvia.


No sabes que me encantan los días cálidos de sol tirados en cualquier parte, y cuanta más gente pase y pueda ver cómo soy la-persona-más-feliz-del-mundo, mejor.
Pero no hace sol, y la triste luz que ilumina toda mi habitación, aunque sea mi astro suplente, no me trae la primavera (aún).

viernes, 19 de febrero de 2010

Aún he de hacer cosas...



Recuerdas que nada es imposible.
No sólo recuerdas, lo crees, que es más importante.
Se te eriza la piel escuchando una canción cualquiera.
Te invade por un instante esa sensación de incomodidad de descubrir que hay gente más guapa, más lista, más buena que tú, que todos. Pero incluso ese sentimiento que te revuelve las sonrisas te gusta, lo sientes. Lo sientes. Lo crees.

Que se aleja la gente.
Pero no tienes miedo, ni sientes ése pánico a las ganas de llorar por estar sola que solías tener.
Es verdad, hace mucho que no lloras, mucho, y no lo echas de menos.
Porque sabes que puedes, que eres, que crees.
Y serás, si quieres serlo, si crees serlo.
Hoy eres feliz y desdichada, como los demás.
La diferencia es que te gusta todo, lo quieres todo.

Si te quedas, si te vas. Si me hablas o te callas.
Si me cuentas a quien amas, a quien odias.

Lo quiero.

Yo no me pongo celosa, me pongo triste.
Yo no me decepciono, me enfado (con todos).
Yo no amo, siento.
Yo no juro eternidades, veo caer las hojas en otoño.
Yo no uso paraguas, invoco a la lluvia.
Yo no reclamo personas, espero, espero, espero.
Y volvemos al inicio de la lista.

Me siento libre, no por ti, ni por el sol de hoy con su lluvia.
No, esto es por mí, por la música, por recordar.
Me siento libre, y no existe nadie en el mundo. Nadie.

Las niñas bonitas.


- ¿A dónde vas, preciosa?
- Cruzo el río sin pagar.
- Jeje, bonita, aquí todos pagan.
La niña contempló un instante las gélidas y oscuras aguas del Estigia.
Se volvió hacia Caronte y, sustrayendo de su boca la moneda de oro, pagó el peaje como todos.
No era Heracles, no era Orfeo. E incluso las niñas bonitas pagan dinero.


jueves, 18 de febrero de 2010

Tomodachi.



Míralas, son preciosas, a su manera.
Desde la que anhela hasta la que entiende.
La que añora y la que sueña.

Míralos, son galantes, brillantes.
Desde el que no se enfada hasta el que me dio luz.
El cálido y el aspirante.

Son.
Los miro, los pienso, y sonrío.

El sabio, los lejanos, los sin rostro y sólo voces.
Por ellos olvido estudiar, olvido dejar de sonreír, olvido el recato, las formas.

Porque resulta que no necesito recordar.
Y ni lo saben.

A estas horas cuántos duermen, cuántos se desvelan frente al mortecino brillo de una pantalla de ordenador.
¿En qué piensan?¿Sonríen?

Si supiesen que pienso en ellos, ¿de qué color se les pondría la sonrisa?

miércoles, 17 de febrero de 2010

Time ago



Das la vuelta a la carta.
As de oros. Puta de espadas. Reina de corazones.
Lo mismo da.

Cantas, gritas.
En la ducha. En la cama. En la calle.
Lo mismo da.

Y es que hace mucho que no le pegas a alguien unos versos que recordar.
Y hace mucho que no sientes cómo se te enredan las sábanas mientras peleas por no despertar al que duerme al lado.

Hace muchísimo que no pasas la noche de un sábado canturreando la misma cancioncilla, dedicándosela a los presentes.
Que no disfrutas de la nieve como antes.
Que no tienes sueños de los de: "por favor, que sea verdad".

martes, 16 de febrero de 2010

Vengo



Vengo
a poner
tu mundo del revés.

Vengo a sembrar cielos de mil colores,
fotografías
perdidas en un carrete,
y cientos de palabras apuntadas
en un papel que sirvió de posavasos.

A contar las veces
que sopla
el viento en mi tejado,
tu aliento
en mi cuello,
en el hueco de tus manos.

lunes, 15 de febrero de 2010

Ser mujer.


Hoy todo el mundo vuelve a tener su vida.
Y las entrelazan haciéndolas coincidir.

A mí las hormonas me juegan malas pasadas.
Mando a la mierda al mundo de una patada.

Y poco a poco voy recostándome en la cama.
Mañana me lo tomaré con más humor, pero este pensamiento seguirá callado, palpitando.

Quizás sea esto lo que llamen "ser mujer".
Culparlos a ellos de todo, odiarlas a ellas por todo. Sentirse víctima-agresora.
La culpable que quiere el consuelo.


domingo, 14 de febrero de 2010

SUNday



Hoy, al despertar, he visto cómo la luz dorada iluminaba mi cama.
He sonreído pensando que había amanecido dorado, y lo bonito que debía estar el sol allá tan alto y majestuoso.
Cuando he reunido las fuerzas para girarme y mirar por la ventana me he encontrado con la lámpara que utilicé ayer para alumbrar mi lectura antes de sucumbir al sueño.
Fuera seguía sin haber sol.
Sonrío igual.
Ahora que comienza a hacerse de noche, me duelo un poquito por dentro y echo de menos, he encendido mi sol privado. Voy a tumbarme la media horita que tengo antes de salir a animar a alguien que hoy me necesita más a mí que yo a esta comodidad.
Feliz domingo de amaneceres postizos, lazos, máscaras, cine (para mí), sexo del azul, películas en casa, café (con baileys)... y un largo etc.

Hoy, "Vetusta Morla".

sábado, 13 de febrero de 2010

Aunque la mona se vista de seda...



De cuando te pones guapa un sábado por la noche, y vuelves a casa preciosa, a las diez.
Nadie te ha visto.
Cierras la puerta tras de ti y sabes que nadie te va a ver.
No te importa tanto la fiesta, las fotos y las risas que estás perdiendo. Lo que de verdad te da rabia es haberte puesto tan guapa para nada.
Te preguntas si merece la pena arreglarse. ¿Para quién?¿Por qué?
Prefieres no responder(te).

Te sientas, preciosa con tu corset de lazos y tu falda de volantes.

Piensas que a las guapas esto no les pasa. Tal vez sea una señal.
Y aunque la mona se vista de seda... No puedo evitarlo, me pierde la seda, y no me importa ser un mono si eso hará que disfrute tanto el tejido.


Sea Wings



Si tuviese alas, sé que sería más plácida la caída.
Pero tampoco está tan mal el cosquilleo de sentir cómo la gravedad me llama.

Y el mar esperándome allá abajo.
Pienso que ama por igual a cualquiera que se entregue a él.
Pero hoy me quiero sentir especial, y la gravedad me afecta sólo a mí. Y este mar, este que está aquí ahora, es mío en la medida en la que yo soy suya.

Yo creo (del verbo crear, creer)

"Llevo un blog"
Lo piensas en voz alta. Suena bien.
Como si fueses la cabeza pensante de un equipo de eficientes trabajadores.
"Llevo un blog"
Y parece incluso que hay personas que dependen de ti. Que sacas "algo" adelante.
Y en realidad sólo te limitas a revolcarte en ti misma, y en tus propias palabras.
¡Pero qué palabras!¡Qué orgía verbal y sensorial!

Sí, es probable que sea cosa mía.
¿Y a quién le importa?
"Llevo un blog. Por, gracias y para MÍ"
Por la egolatría de los siglos y los siglos, amén.
Y qué bien se siente una retroalimentando su cerebro en la vanidad del que cree hacer las cosas bien.
A quién le importa la verdad, si YO creo.

viernes, 12 de febrero de 2010

Warm water.


Se desviste lentamente.Fuera, al otro lado de los cristales empañados, el viento lame las dunas de nieve.
La luz anaranjada de las farolas ilumina la habitación, creando en torno a la curva de su cintura cálidas sombras. Camina descalza por el suelo de madera, y el eco de sus pisadas acompasa el tiempo que ondula con languidez.

Abre el grifo.
El agua fluye despertando vapor en los cristales y las baldosas.

"Me voy a la ducha.
Ha nevado, y hará frío cuando despierte mañana.
¿Vienes (y de paso traes algo de tu sol de invierno, ése de los gélidos domingos de luz)?"

Me encantan los días blancos, dorados, grises, azules.

miércoles, 10 de febrero de 2010

day1

Vosotros lo habéis querido.

martes, 9 de febrero de 2010

Flowers ocean.


No tienes tiempo ni para pensar.
Saltas por la borda.
Caes sobre un lecho de flores (el mío).

lunes, 8 de febrero de 2010

Yo hablo.


- Sabía que estarías aquí.
- Hmp.
- ¿Que haces?
Con un movimiento de mantas y cojines se desentierra una cabeza hasta la altura de los ojos, y de las profundidades del edredón suena su voz cubierta por las paredes acolchadas.
- Pensar.
- ¿Pensar? -repite ella sorprendida- Y dime entonces, ¿qué has pensado?
- No lo sé, no puedo pensar nada.
- Claro, es normal.
Duda un segundo, sabe que ahora viene una de esas verdades que la dejará pensando otro buen rato.
- ¿Por qué? -se atreve a decir al fin.
- Porque ¿cómo llegarás a una respuesta que no quieres saber?
Asintiendo en silencio vuelve a hundirse entre almohadas.


Desde dentro de su cápsula temporal murmura algo indescifrable.
Quizás fuese algo de relevancia. Quizás sólo un bufido.

When you see it...


Palabras, imágenes y canciones que hablan más de lo que nunca he sabido vocalizar yo.
Ideas captadas.
Sentimientos asimilados.


Y un "vale, me doy por aludida"

"Y que mi luz te acompañe,
pues la vida es un jardín
donde lo bueno y lo malo se confunden..."

El no saber elegir me lo guardo sólo para mí, llamémoslo atisbo de humanidad.

domingo, 7 de febrero de 2010


No todo el mundo sabe contar hasta 10.
Pero todos aseguran haber amado.
Y el que no, luce su ausencia como una estampa virginal e inocente.


No es como no haber crecido, tampoco es como haber sido feliz.
En comparación, no haber amado (o creido amar) es algo así como decir que uno vive exento de la asignatura de vivir.
No pasa lo mismo con otras facetas de la vida.
El que no tiene miedo es un valiente.
El que no tiene dinero un estoico... o un mendigo.
El que no tiene sexo, casto.
¿Pero el que no tiene amor?
No es que esté solo, no es que tenga miedo, ni que carezca de objetos de valor... no es que no sienta la mordedura del deseo...

E incluso aunque uno vea una estupidez eso del amor, siempre acabaremos imantados... como si la polaridad se invirtiese en nosotros, atrayéndonos unos contra otros.
Los que saben sumar con los que no tienen miedo.
Los eclesiásticos con los que no aman.
Y partículas eléctricas giran en torno a nosotros.
A vos.


.changes the polarity.

La elegancia del erizo



Como el protagonista de la película de hoy, quiero abarcarlo todo.
Y mis manos se quedan pequeñas... pronto me perderé hasta a mí misma... arrastrando todo lo que tengo por delante.
Me da miedo el futuro, levantarme de esta noche y ver que sigue sin ser un sueño.
Que una es una de esas cobardes que tienen miedo incluso de temer... y que actúan por no tener más miedo.Encuentro que no soy lo que la gente cree, y que al final resulta que más me vale apoyarme en la fe del prójimo, porque lo que es yo, no tengo ni la más remota idea de quién soy.
¿A dónde voy?

Quisiera ser de esas avestruces tan simpáticas que entierran sus cabezas y ven desaparecer el apocalipsis celeste.
Quisiera ser la elegancia del erizo tan seguro tras sus púas.
Pero no soy, y tampoco dejo de ser.
Llego y me encuentro mis 20.000 visitas.
Parece mentira que en internet tanta gente se equivoque.

Y no, no me había sentido identificada con el personaje en cuestión hasta ahora.
Será egocentrismo nocturno.... o algo así.



viernes, 5 de febrero de 2010

G(b)lue


Recuerdo una canción "se peinará un poquito y se pondrá tan guapa"
Me encanta esa sensación. La de correr solo (o acompañado) por el mundo. Por inmensos desiertos de asfalto mientras se pone el sol, sin colores, de ese tono azul metálico que tanto me recuerda a las profundidades de los charcos.
"Y yo pintarme canas de tanto esperarla"
El aire denso y cálido, con esporádicas brisas de esas nocturnas que me erizan la piel, mis caricias de dedos fríos.
Correr, correr, correr y dar saltos.
Sola o acompañada.
Y cómo el suelo firme bajo nuestros pies queda atrás; y cómo el cielo gira y su paleta de colores se estremece.
"No quiero ser un poeta, no quiero ser un poeta con ella no"

Esta sensación cálida y mecánica que tanto me gusta, y no quiero poesía, pensar un poco menos, sentir un poco más.
G(b)lue.

jueves, 4 de febrero de 2010

Muerte o gloria.

Por mucho que mirase en su bola de cristal el futuro no se mostraba más presente (más de lo presente que se vuelve el futuro cuando uno deja pasar el tiempo, quiero decir).
Tenía la certeza de aquel que sabe que cuando todos nos hayamos ido las hojas seguirán cayendo, las tormentas continuarán azotando las erizadas crestas de espuma del mar, y los niños nacerán mientras los viejos mueren. No obstante le gustaba pensar que, aquello aceptado como norma general, a veces podía volverse del revés... y quizás cuando ella desapareciese el mundo sería incapaz de mantenerse a flote, y terminaría por hundirse en las gélidas y oscuras aguas de aquel cielo nocturno salpicado de estrellas.
En torno a ella las paredes de piedra y sangre flanqueaban su camino. "Hacia la muerte o la gloria" había gritado aquel caballero antes de dejarla atrás. No tenía noticias de él, y tanto podía ser por un motivo como por otro. Y tal vez ambas cosas.
Ocultó la bola dentro de uno de los pliegues de sus mangas y continuó avanzando a tientas a través de aquel húmedo pasadizo.
El viento helado, el cielo grisáceo, cenizo, la tierra empapada y el fulgor de la batalla la deslumbraron durante un instante.
Muerte o gloria.
Y tal vez ambas cosas.